Papers de Versàlia

Esteban Martínez

Selecció de poemes

Poemas 2006

[ 1 ]

¿Qué pretendes al desterrarme de tus manos?
Por mucho que las laves en el aljibe de otra piel
estoy contigo. No puedo aligerarte, aunque quisiera.
¿Puede, acaso, el cielo borrar el tizón de sus vencejos?
Los trigales ¿no ronronean después de segados
sus espigas, y en los cuerpos núbiles que nos gozaron
no renacen amapolas y guardan la dulzura del pan
nuestras almohadas?


[ 2 ]

Dejo atrás el solaz de un día pinto
−la desgana verdeando los maizales−
y regreso ¿no sé si me aventuro?
a tu tierra prometida.
En el cuerpo que extiendes generosa
va mi triste calendario de alegrías
con las fiestas señaladas, los días
que borraron de cuajo tus ausencias,
y algunas semanas que excusamos
¿lo recuerdas?
por una oportuna gripe de caricias.


[ 3 ]

Paso la acostumbrada palma de los ojos
sobre las cosas que incuban aún
el tacto que les dieras. ¿Cómo tomarlas ahora si las dejaste
frágiles, con sólo la piel de cuanto eran,
descarnadas del dulce embuste que nos dimos
poco a poco en la añoranza?


[ 4 ]

A una edad como la mía
cualquier beso no es el beso nuestro.
Pero eso ocurre con casi todas
las cosas de la vida:
el tiempo estiliza o consume
la esperanza.
Si te dijera el beso que ahora aguardo
sería reptil de sol escurridizo
con ese dulce latigueo
de un labio a otro por las prisas.
Escaramuza y salto y escarceo
de gamo o corzo entre las piedras
o el escozor del agua que en las cumbres
destilan los blancos copos de la ortiga.
Si dijera el beso que aún invoco
sería un azote de viento repentino
en los blancos pabellones de los huesos
y después cerrarle a las palabras
la última ventana de estos versos.


[ 5 ]

Entre las noches de cáñamo
los cuerpos bordan sus ausencias
en otros cuerpos.
Así tú en el mío.
Yo en los tuyos me disperso
en alegría de encajes.
Aquí hallé el que estiba una nostalgia
para cada uno de los amantes
que no te diste.
Allá el de las grandes ocasiones
con las galas que sólo un orfebre
diera a las caricias.
Hoy el cuerpo que te tomo,
aunque prestado,
muestra los mezquinos ultrajes
de un cuerpo antiguo que te diera.
Amor, aquí me tienes para corregir los desafectos.


[ 6 ]

¿Dónde se guarda
el aire que entre las sílabas
del beso fuera amaneciéndonos
con acompasado vaivén
y nombrando a la vez
el tiempo impronunciable
de la dicha?

© Esteban Martínez. Tots els drets reservats.